miércoles, marzo 29, 2006

La recta se extiende frente al tractor del trailer loma tras loma, la densa vegetación de esa selva de árboles bajitos (lleno de floripondio), esa selva que no hay ninguna como la de la huasteca empieza a escasear en las orillas de la carretera y en lo que se alcanza a ver de paisaje en la clara noche; y las luces de Río Verde ya se reflejan tras aquella tercera elevación, sobre la cual, exactamente alineada con el camino, el farol blanco de queso gruyere refleja los rayos del sol a la atmósfera despejada de nubes. El "compadre" Toy va al volante del Keenworth Kenmex que transporta una "caja" con veinte toneladas de pieles, que vendería la empresa "Praderas Huastecas", de la que es dueño (Don) Alfonso Gutiérrez (o Don Poncho), a una fábrica de botas en León Guanajuato; Yiyo es el joven copiloto, hijo de una prominente familia ganadera de la región, pero que prefirió ser trailero que ganadero y, por último, un custodio que estaba sentado en medio de los dos, en el borde de la cama que está en el camarote, al que llaman "viejo". Yiyo no sabe que le tocará manejar de Río Verde a León teniendo que hacer tiempo récord, pues iban muy retrasados debido a que se quedaron a "cachimbear" en el Autopark de Ciudad Valles y salieron en la noche. Al saber la decisión, "el viejo" se mostrará molesto con el "compadre" Toy por su fatiga, pues ya desde que tomaron carretera ha hecho comentarios sobre el estado etílico del chofer y sobre el retraso, y TIENEN que llegar a las seis y media de la mañana a León o les cierran la fábrica... y se les echarán a perder las pieles. Yiyo, al escuchar la queja del custodio, estará a punto de darle un "zape", pero resistiendo molestó lo pondrá en su lugar, luego alardeará de que "no hay sierra que pare a Yiyo" y dirá también que la manejada "la lleva en la sangre". Mientras se avientan una buena "cenita" y Yiyo cuenta sobre a un "burro" que atropelló... "pero en bicicleta", le vibrará el celular que lleva generalmente en la bolsa derecha de sus jeans. Primero se acomodará su cachucha roja y meterá sus manos bajo la camisa de cuadros roja tocando el segundo botón (desabrochado)y, sobre su playera blanca, se rascará el hombro; terminando esto tomará su celular. Recibió un mensaje de su hermano: PUEDES CONSEGUIRME MEZCALINA?.
--¿Alguien sabe qué es mezcalina?-- con medio taco de cecina en la boca pregunta Yiyo.
--Debe ser como algún tipo de mezcal,¿no?-- se apresura a responder el "compadre" Toy.
--No, pus mejor le pregunto a este entenao-- después de una rápida desición, con apatía comenta el joven.
Yiyo tomará el celular con su mano derecha y la cuchara de la salsa con la otra (poniéndole mucho picante a las tortillas). Los ágiles dedos diestros contestaron en menos de diez segundos: k chingaos es mezcalina?.
--¿Quién es, entenao?-- pregunta Toy deseando que el custodio no se integre a la conversación.
--Mi hermano, que viene de México-- contesta Yiyo.
--¿Qué, viene a ver los ranchos?-- con los músculos de la frente contraídos sigue interrogando el "compadre".
--!Qué putas!... Viene a ver a sus amigos, a echar desmadre; aunque no hay mucho ahora; puro jugar xbox... eso sí, !va a haber chingos de gallos!; gallos muertos.-- el celular le vuelve a vibrar en el pantalón y él no ha podido darle una mordida a un taco.
Yiyo, masticando tortilla y carne, retomará la conversación vía satélite con su hermano. La luz se prende, "nuevo mensaje", un golpecito con el dedo. "LA SUSTANCIA ACTIVA DEL PEYOTE".
--¡Óilo!... ¡Drogadicto, hijo de la chingada!-- dice Yiyo en tono de burla, soltando una pequeña carcajada fingida al final. -- ¡Quiere peyote!.
La conversación seguirá, los dos cartones de cervezas dormirán a Toy y Yiyo llevará el trailer hasta León, llegando a las seis de la mañana a la fábrica de pieles. No le contestará el mensaje a su hermano; lo verá en la madrugada, dos días después (en Jueves); hasta entonces no tendrán contacto alguno.

2 comentarios:

Mis palabras me delatan dijo...

Probablemente lo sé porque leí alguna otra cosa que tu escribiste, algo que yo y sólo yo lo he leído. Si Fernando no ha puesto el link, entonces sí sé algunas cosas que piensas porque las he leído, pero tu psique es un mar de remolinos divertidos.
Este es el gran problema de la obviedad... me es imposible mantener el anonimato cuando mis palabras me delatan

Mis palabras me delatan dijo...

Aunque me preocupa tu forma de escribir... Espero no sea así.