martes, abril 11, 2006

Hoy, antes de ver a Toño, releí una imagen que escribió mi amiga Pía y decidí escribirle un comentario, lo primero que se me viniera a la mente:
“A mí, ésta imagen me remonta a una imagen que imaginé en el pasado, una imagen que imaginé en el reflejo de sus ojos; era la estela de su pasado que dejaba la huella de la carabela de su presente. Yo, creyendo ser corsario, me veía navegando mi barco tras de ella. Un verdadero pirata se cruzó en la huella de su estela, saqueó mi barco y me dejó náufrago.
Hay días en que puedo ver frente a mí la estela que quedó en el recuerdo de sus ojos y yo, exhausto de tantas noches sin dormir, flotando entre tiburones; me duermo, soñando con la esperanza que la carabela pase alguna vez frente a mí y me lance una cuerda... y pueda subir a bordo... y recomenzar a construir.
Tan sólo con recordar tiembla todo mi cuerpo. Me hizo recordar, sólo me hizo recordar...
Un abrazo.”
Después leí por primera vez su segunda imagen, que apenas había publicado mientras yo escribía el comentario en su página de internet; en ésta se retrataba a ella misma viendo a través de una pequeña ventana a un amante del pasado; decidí volver a hacer un comentario basándome en lo primero que sintiera y pensara sobre ella:
“La soledad es la única realidad que existe (la contemplación a través de la ventana); fuera de ella sólo hay ficción. Creo que uno se maravilla ante las cosas cuando las contempla en soledad, y la ficción está para desasosegarse de uno mismo, para creer que hay algo más allá del mortal y desesperante yo; para creer y para crear... para aprender a amarse o para olvidar que se desprecia a uno mismo.
Aunque a veces también las soledades se comparten.
Eres GRANDE.
Un abrazo.”
Después de hablar con Antonio sobre esto me dí cuenta que estaba viendo a dos carabelas navegando cerca de mí, y que les pedía a gritos a través de la mar de esta ficción un salvavidas, esperando que mis palabras hicieran eco en la realidad. Ultimadamente, sin embargo, ya no distingo claramente entre la realidad y la ficción; cada vez me envuelvo más dentro de este juego enfermizo. ¿Pero qué es la vida?; Calderón de la Barca decía, en La Vida es Sueño, que la vida es una ficción; sobreentendiendo que las relaciones humanas están basadas en estímulos ficticios. Toda comunicación se realiza a través de invenciones, de estímulos creados... reaccionamos con verdad ante estímulos ficticios; así vivimos. Somos un animal “fake”, Platón. Y la realidad es sólo una interpretación a través de una ventana solitaria.
¿Entenderán mi desesperado grito a través de la WEB o sólo a Jacques Costeau le gustaba hacerle el amor a los naufragios?. Tengo miedo de pedir ayuda.

1 comentario:

Fernando V. Zamora dijo...

Hola gallo desangrado. Pues como siempre, qué chingón que sigas escribiendo como gallo tras su pluma (o como dices en tu entrada, como pirata tras la carabela). En cuanto a lo que me dijiste de los derechos autorales, me preocupa ¿eh? aunque de corazón no creo que pase nada... pero si si????

Un abrazo

Fernando